Paciencia y estrategias para conseguir clientes del tipo "hágalo usted mismo" |
¡Hola!
¿Notaron la cantidad de
personas en las redes sociales (sobre todo en grupos), preguntando cómo se hace
tal cosa o cómo se hace tal otra?
Es el famoso segmento de “hágalo usted mismo”. Esos que no quieren gastar en asesoramiento profesional.
Los hay por todos lados:
pidiendo consultitas gratis a médicos, loguitos a diseñadores, opinioncitas a
decoradores y, como no podía faltar, algún “paso a paso” a contadores.
A veces te terminan sacando.
Pero a no desesperar.
¿Qué tenemos aquí?
Una persona con un
problema a resolver que está intentando resolverlo por sí mismo.
¿Podrá?
Esta última pregunta es
difícil de responder… puede que sí, puede que no, puede que lo logre pero
cometiendo errores.
Hay algo seguro: aún no
está dispuesto a contratar a nadie, sino, hubiera buscado un profesional.
Todavía no quiere pagar por algo que, en teoría y según cree, puede hacer por
sí mismo.
Lo que falta es tiempo, tiempo
para darse cuenta que no puede o que insume tanto tiempo que no le conviene
resolverlo.
Pero para cuando se dé
cuenta, ya habrá pasado bastante desde aquella publicación en una red social,
pidiendo sugerencias a cualquiera que quiera dárselas.
Bien, veamos la
oportunidad que hay en todo esto.
Quizás, cuando esa
persona pide ayuda gratis, no sea el momento de venderle, pero sí, con toda
seguridad, es el momento de hacer el contacto. Recordemos lo que se dijo más
arriba: es una persona con un problema que quiere resolver.
Entonces, ¿Qué mejor
forma de caer bien y que quede establecida la conexión que entregando valor?
¡Listo! ¡Vamos a ayudarle,
a entregarle todo nuestro conocimiento respondiendo su publicación y que quede
forjada una bella amistad para siempre!
Pará pará paraaá, no tan
rápido porque pájaro que come vuela… ya lo decía mi abuela.
Nada de eso.
Vamos a ofrecer una
ayudita.
¿Gratis?
De ninguna manera. Vamos
a cobrar pero no con dinero, sino con algo potencialmente tan valioso: mail.
¿Por qué es valioso
obtener un mail?
A pesar de los años, el
correo electrónico no ha perdido vigencia. Seguimos recibiendo información y
utilizándolo para autenticarnos, suscribirnos a redes, sitios web, etc.
Además es el medio ideal
para comunicar información de alta calidad como por ejemplo newsletters,
ofrecimientos, novedades y lo que se te ocurra.
Si no la tenés aún,
deberías estar pensando en armar una base de datos de suscriptores que incluya
tus actuales clientes y, sobre todo, potenciales clientes, con quienes
comunicarte.
Esa será tu pecera donde
irás a pescar.
Una ventaja adicional de
los correos electrónicos es que nos permiten hacer campañas por emails y medir
los resultados. Podemos conocer la tasa de apertura de mails, qué hizo el
usuario una vez que lo abrió, cuánto tiempo pasó leyéndolo y mucho más. Toda
esa información, te va a servir para mejorar tu marketing. Hay mucho material
en internet para aprender a hacer marketing vía email
¿Existe algo más cómodo,
barato y profesional? ¡No lo desaprovechemos!
Entonces retomando el
punto anterior, ¿Cómo vamos a ofrecer nuestra ayuda?
De la siguiente manera:
Supongamos que la persona
quiere darse en alta en monotributo por sus propios medios. Le podés contestar
de la siguiente manera:
¡Hola! Pasame tu correo
electrónico así te mando un instructivo para que lo hagas sin equivocarte y ¡PUM!
Te deja su email.
Y te vas a llevar una
sorpresa: te van a dejar su email 100 personas
más que leyeron y necesitan lo mismo. ¡PUM! Suscribís a más potenciales
clientes de los que esperabas
¿Tenés una dimensión del
valor que tiene eso?
Un montón de gente con un
problema similar a resolver, te están dando un canal de contacto para que los
convenzas (a lo largo del tiempo) de que sos su mejor opción.
El material
¿Qué le envío al
potencial cliente?
Una opción, aunque no la
mejor, es enviar material de AFIP (instructivos) para casos como el del ejemplo.
Pero por qué perder una oportunidad de oro como esta, de entregar nuestra
imagen de marca.
Entonces, deberíamos
tener material de distribución, tipo presentación, con nuestra identidad de
marca (logo, tipografía, colores, etc.) para los temas que la gente suele pedir
más ayuda.
Hacelo ameno, legible,
incluyendo contenido de calidad, evitá los textos largos.
Encendé tu radar.
Tenés que estar alerta,
en las redes sociales, acerca de cuáles son los temas más candentes, en los
grupos donde participes, qué es lo que la gente más pregunta y, en base a eso,
armar tus activos de valor para entregar.
Pensá cuánto mejor que
una tarjeta de presentación, es tener información valiosa para un potencial
cliente, toda estampada con tu marca (mas tus datos de contacto) y con la
posibilidad adicional que esa persona se la reenvíe a otras…
Datos
Dijimos que deberíamos
armar la base de datos.
Ya que vamos a hacer el
esfuerzo, entonces organicemos y enriquezcamos los datos que vamos a recabar,
para que nos sean de mayor utilidad. Recomiendo hacerla en Excel (algún día
será la base para un CRM).
El nombre: por lo
general, los perfiles ponen su nombre verdadero. Si tiene un nombre de
fantasía, deberías solicitarle de manera
privada y quizás como forma de comenzar la comunicación, si el nombre de perfil
es el verdadero.
El correo electrónico:
este dato es el que proporciona el potencial cliente y el que nos permite el
vínculo. Además lo agregaremos a la base de datos del software que utilizaremos
al hacer las campañas de email marketing. Para asegurarte que no hayan errores
de tipeo, podrías indicarle que te mande un primer correo inicial a tu casilla
de mail y de allí contestarle con el archivo adjunto que incluya el material
prometido. Esto es más seguro, pero implica un paso más que debe dar el
potencial cliente y, quizás, corramos el riesgo que se corte la comunicación,
por distintos motivos.
Qué clase de ayuda
solicitó: esto nos va a resultar valioso para segmentar. ¿Es un potencial
monotributista? ¿Responsable inscripto? ¿Consultó por software contable? ¿Tiene
problemas con algún empleado?
Creá categorías o
etiquetas para poder marcar a cada potencial cliente con las problemáticas
desde las cuales podés llegarles con tu propuesta de valor, diferenciándolos
por segmento, por necesidad, etc.
Datos no categorizados: a
veces, los usuarios suelen mencionar cosas como al pasar y que pueden ser de mucha
utilidad en el futuro, solo que aún no lo sabemos.
Por ejemplo, que tiene
una panadería, que está pensando abrir una verdulería online, que tiene un
primo que le pasa lo mismo. En definitiva, tomá nota de todo dato que puedas
llegara utilizar para mejorar tu marketing.
Metadatos: estos son
datos acerca del contexto en el que obtuviste la información.
Por ejemplo: cuándo fue,
en qué grupo o red social, qué estabas haciendo vos, cómo diste con esa
información, qué repercusión tuvo la publicación del usuario, qué repercusión
tuvo tu respuesta y todo lo que consideres importante para que en un futuro
puedas refinar tu manera de detectar estas “perlas” y mejorar tu nivel de
respuesta y éxito. También va a servirte para ampliar tus estrategias en cuanto
al tiempo y la calidad del tiempo que pasas en internet en general y en las
redes sociales en particular.
¡Vamos a hacer los
deberes!
Seguimos la conversación
en nuestra comunidad de Facebook Marcas Contables, donde nos gustan esta clase
de temas.
¡Hasta la próxima!•
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